El río Pisuerga, nada mas surgir de las entrañas de la tierra en la Cueva del Cobre, configura un precioso valle de estructura triangular, cuyos ángulos lo forman el Pico Tres Mares al norte, Valdecebollas al este y Peña Tremaya al oeste; cumbres todas ellas de las dos sierras que lo encajonan: la Sierra de Peñalabra por el norte, y la Sierra de la Cebollera por el sur.
Repartidas por el fondo del valle se encuentran las localidades de Los Llazos, Tremaya, San Juan de Redondo y Santa María de Redondo, todas ellas pertenecientes al municipio de La Pernía, cuya capital es San Salvador de Cantamuda.
El único acceso al valle se realiza por la carretera PP-2176 que arranca desde la CL-627 de Cervera de Pisuerga a Potes, nada más pasar San Salvador de Cantamuda.
Santa María de Redondo, la localidad situada al fondo del valle, y donde finaliza la carretera, se encuentra situada en las coordenadas: 4º26'04'' Este, y 42º59'24'' Norte. La distancia desde esta localidad hasta Cervera de Pisuerga es de 22 kilómetros, y 130 hasta Palencia.


domingo, 21 de agosto de 2011

La Mojonera


Portada del libro
 




Como todos los años por estas fechas, se celebró en San Salvador de Cantamuda, capital municipal de La Pernía, la tradicional Feria Ganadera.








Iglesia de San Saldvador






 

En nuestra visita a la misma, compramos una publicación editada en mayo de este año por el Ayuntamiento de Brañosera, en el que se recoge un detallado estudio sobre la tradición de "La Mojonera".









La Mojonera es una tradición ancestral que se celebra desde el siglo XVI, cuando los concejos del Valle de los Redondos y de Brañosera sometieron sus diferencias sobre la titularidad del glaciar que regaba los pastos a pleito de jueces árbitros amigables componedores, tal y como eran denominados. Fruto de aquellos pleitos es la celebración que ha llegado hasta nuestros días, que tiene lugar cada nueve años y en la que se comprueba que nadie haya movido los mojones.

El origen del pleito se remonta al 824, cuando se otorga el Fuero de Bra­ñosera. En el fuero del conde Munio se concedía a los denominados foramon­tanos, que iban a poblar Brañosera, terrenos hasta Covarrés. Esta cueva es donde, según la tradición, se ocultó el rey Alfonso II El Casto. Los del valle de los Redondos no aceptaron de buen grado que los dominios de Brañosera llegaran hasta Covarrés y el motivo es que el agua del antiguo glaciar del Sel de la Fuente discurre hacia los terrenos de Santa María y San Juan, en lugar de a Brañosera. La necesidad de pasto para el ganado debía ser imperiosa en la época, por lo que las dos primeras localidades no desistían de sus ansias expan­sionistas ni el primer Ayuntamiento de España quería perder lo que le había otorgado el fuero del conde Munio. Por ello, en 1399 existe un primer pleito en el que se ratifican los lindes del Fuero de Brañosera pero se otorga a los vecinos de los Redondos que sus animales puedan pastar durante el día en el glaciar del Sel de la Fuente. Ello obligaba a la retirada de los mismos, una vez puesto el sol, hasta las inmediaciones de la Cueva del Cobre, donde nace el Pisuerga. La posterior sentencia de 1575 obligaba a los vecinos de los concejos afectados a «ser buenos amigos y a hacer buenas obras, como hasta aquí lo han hecho sus mayores y antepasados».
En nuestros días, los vecinos de Brañosera y Los Redondos celebran la tradicional fiesta de la Mojonera, un evento que se realiza cada nueve años y con el que rememoran el pleito que tuvo lugar entre ambos municipios en 1575 por la propiedad de unos pastos ubicados junto al nacimiento del río Pisuerga. En 2009 más de 600 personas, según el alcalde de Brañosera Jesús María Mediavilla Rodríguez, ascendieron hasta el collado del Sel de la Fuente y Co­varrés, en las cercanías de Fuente Cobre, en una explanada donde desde hace 434 años se revisan los 28 mojones que en cada celebración son recorridos por los participantes, y se levanta el pertinente acta para verificar que siguen en el mismo sitio, fruto del acuerdo alcanzado entonces entre las dos poblaciones. Posteriormente, todos regresan al collado para disfrutar de una caldereta de carne, cada uno en los terrenos de su propiedad. Al finalizar, se reúnen en un mismo lugar para ofrecerse mutuamente copas de plata con las que brindan por el acuerdo. Destaca la capacidad de los vecinos para dar la vuelta a un conflicto que duró varios siglos, hasta convertido en una celebración festiva.

Existe en el archivo de Brañosera un relato histórico pormenorizado de unas 150 páginas donde se explica y analizan todos los detalles de este aconteci­miento. También puede ampliarse información visitando la web municipal de Brañosera:



2 comentarios:

  1. Me veo, poniendo mucha atención, en la foto de la portada del libro, que no tengo aún.

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  2. El libro, aunque se puede mejorar, merece la pena

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