El río Pisuerga, nada mas surgir de las entrañas de la tierra en la Cueva del Cobre, configura un precioso valle de estructura triangular, cuyos ángulos lo forman el Pico Tres Mares al norte, Valdecebollas al este y Peña Tremaya al oeste; cumbres todas ellas de las dos sierras que lo encajonan: la Sierra de Peñalabra por el norte, y la Sierra de la Cebollera por el sur.
Repartidas por el fondo del valle se encuentran las localidades de Los Llazos, Tremaya, San Juan de Redondo y Santa María de Redondo, todas ellas pertenecientes al municipio de La Pernía, cuya capital es San Salvador de Cantamuda.
El único acceso al valle se realiza por la carretera PP-2176 que arranca desde la CL-627 de Cervera de Pisuerga a Potes, nada más pasar San Salvador de Cantamuda.
Santa María de Redondo, la localidad situada al fondo del valle, y donde finaliza la carretera, se encuentra situada en las coordenadas: 4º26'04'' Este, y 42º59'24'' Norte. La distancia desde esta localidad hasta Cervera de Pisuerga es de 22 kilómetros, y 130 hasta Palencia.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las Peñas del Moro

Iglesia de la Asunción y al fondo las Peñas del Moro
Las Peñas del Moro son dos formaciones rocosas situadas al sureste de Santa María de Redondo y que son visibles desde cualquiera de sus calles.
Para llegar a ellas hay que dejar la carretera del Valle a la derecha, al llegar a la iglesia de la Asunción, y cruzar el puente sobre el río Pisuerga.
Al llegar delante de la iglesia divisamos las peñas, dominando el horizonte.
El nombre de estas originales rocas proviene de una leyenda que la tradición situa en torno al año 1300, durante el reinado de Alfonso XI en Castilla.
Nos cuenta dicha leyenda que un pastor moro ve que uno de sus toros muge alejado del resto del rebaño. Cuando se acerca para ver la causa, se le aparece la Virgen que le envía a beber agua de una fuente que se encuentra en las cercanas peñas.
Fuente de la cueva
El moro de nuestra leyenda, obedece y se encamina a las peñas, y al llegar a la base de la que se encuentra a la izquierda, encuentra la boca de una cueva y penetra en ella. Al fondo encuentra una fuente formada por una especie de pila redonda, donde el agua gotea desde el techo y que la mantiene siempre llena de un agua limpia y cristalina.
Bebe del agua, pero la Virgen le dice que el agua que necesita es la del Bautismo, por lo que le manda peregrinar a Roma y solicitar el sacramento.
Despés de mucha peneitencia se le logra y toma el nombre de Juan de la Peña.
Con este nombre regresa al Valle muchos años después y, cuando entra en la cueva para beber de nuevo el agua de la fuente, encuentra una imagen de la Virgen. Seguramente se trataría de una antigua imagen escondida allí por los cristianos que años atrás, y antes de abandonar sus pueblos huyendo del avance de los musulmanes, escondían donde podían sus imágenes de culto.
Nuestro moro ya acristianado y totalmente entregado a su misión, edifica al pie de las Peñas un monasterio, que pone bajo la advocación del Corpus Christi.
La historia de este monasterio, será objeto de otra entrada en este blog.

Santa María de Redondo desde las Peñas del Moro
En cualquier caso, el paseo hasta las Peñas del Moro, al alcance de cualquier persona independientemente de su forma física, y la entrada en la cueva, solo apta para los que no sufran claustrofobia, resulta muy agradable. Las vistas desde ellas son magníficas.