El río Pisuerga, nada mas surgir de las entrañas de la tierra en la Cueva del Cobre, configura un precioso valle de estructura triangular, cuyos ángulos lo forman el Pico Tres Mares al norte, Valdecebollas al este y Peña Tremaya al oeste; cumbres todas ellas de las dos sierras que lo encajonan: la Sierra de Peñalabra por el norte, y la Sierra de la Cebollera por el sur.
Repartidas por el fondo del valle se encuentran las localidades de Los Llazos, Tremaya, San Juan de Redondo y Santa María de Redondo, todas ellas pertenecientes al municipio de La Pernía, cuya capital es San Salvador de Cantamuda.
El único acceso al valle se realiza por la carretera PP-2176 que arranca desde la CL-627 de Cervera de Pisuerga a Potes, nada más pasar San Salvador de Cantamuda.
Santa María de Redondo, la localidad situada al fondo del valle, y donde finaliza la carretera, se encuentra situada en las coordenadas: 4º26'04'' Este, y 42º59'24'' Norte. La distancia desde esta localidad hasta Cervera de Pisuerga es de 22 kilómetros, y 130 hasta Palencia.


sábado, 18 de diciembre de 2010

Las primeras nieves

El Valle lucía así de hermoso con una de las primeras nevadas del año.

La iglesia de San Juan de Redondo bajo el Cuchillón

San Juan de Redondo y el río Pisuerga

 

Molino en el río Pisuerga. San Juan de Redondo


martes, 7 de diciembre de 2010

Subida al Pico Tres Mares (2171 m)


Ruta de subida y bajada
Siguiendo la sugerencia de un comentario del post anterior, ahí va una breve descripción de la subida al pico Tres Mares desde el Valle de Redondos.

Se incia la ruta en el aparcamiento que se encuentra a la salido de Santa María de Redondo, en donde se bifurca la carretera. A la derecha, cruzando el río, sale el camino que nos conduce a Fuentecobre, nacimiento del Pisuerga, y hacia la izquierda continúa la carretera que sube hasta las instalaciones de una mina, hoy en estado de abandono. Alli tomamos a la izquierda de la entrada un camino que rodea la valla de la mina y nos lleva hasta cruzar el arroyo Lombatero. Dejando a nuestra izquierda la formación geológica conocida con el nombre de Ribero Pintado (en otra entrada hablaré de ella), seguimos ascendiendo, teniendo ya siempre a la vista nuestra meta, hasta llegar a las inmediaciones de un chozo de ganado.

Acceso a la cara norte


Desde aquí hay que seguir hasta enfilar el collado que se encuentra al oeste de la cumbre, que nos dará acceso al lado norte de la sierra, ya en Cantabria.
Siguiendo una senda por ese lado, y sin perder prácticamente cota, llegaremos al camino que asciende desde las instalaciones de esquí del Alto Campoo. Tomándolo a la derecha, llegaremos al mirador de la cumbre.



El Ribero Pintado
Observaciones:

Desde Santa María de Redondo, situado a algo más de 1200 m de altitud, y hasta los 2171 de la cumbre, salvaremos un desnivel de 850 m prácticamente todo el tiempo ganando altura, y tardaremos unas 3 horas, si nos lo tomamos con calma y disfrutamos del paisaje.
En total, ida y vuelta, se puede hacer con tranquilidad en 5 horas.

La mejor época del año para hacerlo es en otoño, septiembre-octubre, pues en verano nos podemos achicharrar de calor, y en primavera habrá nieve hasta muy avanzada la estación.
Llevar agua, pues desde el Ribero Pintado ya no tenemos donde cogerlo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Tres Mares

 Uno de los vértices que configuran el Valle de Redondos es el pico Tres Mares (2171 m) máxima cota de la Sierra de Peñalabra.
Su singular denominación se debe a la curiosidad geográfica de que los tres ríos que nacen en sus laderas, el Híjar, el Pisuerga y el Nansa, terminan vertiendo sus aguas en tres mares distintos: el Mediterráneo, el Atlántico y el Cantábrico, respectivamente.



A los tres mares que la ciñen, corren
-distintas y purísimas- mis aguas.
Al Ebro el Híjar, Pisuerga al Duero
y el Nansa se despeña. Tres destinos:
Mediterráneo, Atlántico, Cantábrico.
Y mi cúspide eterna, bendiciendo
-vientos de Dios- España toda entorno.
Prostérnate en mi altar si eres hispano.
Si de otras tierras, mira, admira y calla.

                                    Gerardo Diego

La mejor forma de acceder al Tres Mares es a través del camino que nos lleva al Ribero Pintado, desde la mina que hay pasado Santa María, al final de la carretera que sale a la derecha del incio de la ruta hasta Fuentecobre.

Una marcha de poca difcultad si nos la tomamos con calma, no llevará hasta la cumbre, desde la que podremos observar todo el Valle si miramos hacia el sur, o la estación de esquí del Alto Campoo, en Catabría, si lo hacemos hacia el norte, y la niebla, tan persistente, nos lo permite.

La bajada, por el mismo camino, se hace algo pesada, por los piedras sueltas y las escobas del primer tramo. Pero a pesar de ello, merece la pena.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las Peñas del Moro

Iglesia de la Asunción y al fondo las Peñas del Moro
Las Peñas del Moro son dos formaciones rocosas situadas al sureste de Santa María de Redondo y que son visibles desde cualquiera de sus calles.
Para llegar a ellas hay que dejar la carretera del Valle a la derecha, al llegar a la iglesia de la Asunción, y cruzar el puente sobre el río Pisuerga.
Al llegar delante de la iglesia divisamos las peñas, dominando el horizonte.
El nombre de estas originales rocas proviene de una leyenda que la tradición situa en torno al año 1300, durante el reinado de Alfonso XI en Castilla.
Nos cuenta dicha leyenda que un pastor moro ve que uno de sus toros muge alejado del resto del rebaño. Cuando se acerca para ver la causa, se le aparece la Virgen que le envía a beber agua de una fuente que se encuentra en las cercanas peñas.
Fuente de la cueva
El moro de nuestra leyenda, obedece y se encamina a las peñas, y al llegar a la base de la que se encuentra a la izquierda, encuentra la boca de una cueva y penetra en ella. Al fondo encuentra una fuente formada por una especie de pila redonda, donde el agua gotea desde el techo y que la mantiene siempre llena de un agua limpia y cristalina.
Bebe del agua, pero la Virgen le dice que el agua que necesita es la del Bautismo, por lo que le manda peregrinar a Roma y solicitar el sacramento.
Despés de mucha peneitencia se le logra y toma el nombre de Juan de la Peña.
Con este nombre regresa al Valle muchos años después y, cuando entra en la cueva para beber de nuevo el agua de la fuente, encuentra una imagen de la Virgen. Seguramente se trataría de una antigua imagen escondida allí por los cristianos que años atrás, y antes de abandonar sus pueblos huyendo del avance de los musulmanes, escondían donde podían sus imágenes de culto.
Nuestro moro ya acristianado y totalmente entregado a su misión, edifica al pie de las Peñas un monasterio, que pone bajo la advocación del Corpus Christi.
La historia de este monasterio, será objeto de otra entrada en este blog.

Santa María de Redondo desde las Peñas del Moro
En cualquier caso, el paseo hasta las Peñas del Moro, al alcance de cualquier persona independientemente de su forma física, y la entrada en la cueva, solo apta para los que no sufran claustrofobia, resulta muy agradable. Las vistas desde ellas son magníficas.