El río Pisuerga, nada mas surgir de las entrañas de la tierra en la Cueva del Cobre, configura un precioso valle de estructura triangular, cuyos ángulos lo forman el Pico Tres Mares al norte, Valdecebollas al este y Peña Tremaya al oeste; cumbres todas ellas de las dos sierras que lo encajonan: la Sierra de Peñalabra por el norte, y la Sierra de la Cebollera por el sur.
Repartidas por el fondo del valle se encuentran las localidades de Los Llazos, Tremaya, San Juan de Redondo y Santa María de Redondo, todas ellas pertenecientes al municipio de La Pernía, cuya capital es San Salvador de Cantamuda.
El único acceso al valle se realiza por la carretera PP-2176 que arranca desde la CL-627 de Cervera de Pisuerga a Potes, nada más pasar San Salvador de Cantamuda.
Santa María de Redondo, la localidad situada al fondo del valle, y donde finaliza la carretera, se encuentra situada en las coordenadas: 4º26'04'' Este, y 42º59'24'' Norte. La distancia desde esta localidad hasta Cervera de Pisuerga es de 22 kilómetros, y 130 hasta Palencia.


domingo, 13 de enero de 2013

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cazadero en la "mina"

Caminando hacia la mina. Al fondo el pico Tres Mares

En San Juan de Redondo, a los pies de Peña Abismo, frente a la sierra de Peñalabra, en el Valle de los Redondos, se encuentra entre los prados, la herida  que ha dejado los restos de una mina a cielo abierto.
Está formada por una auténtica zanja, trinchera o fosa que ha quedado en el paisaje como una herida humana en el mismo.
En este entorno de prados, pastizales y bosques, podemos imaginarnos a una manada de lobos (Canis lupus) acorralando y encerrando en esta auténtica trampa a caballos y vacas.

Descenso a la mina














Las primeras señales de la "matanza"

Una vez en el fondo de la trinchera, encontramos los primeros restos de la carnicería











Mandíbula superior de un caballo

Cabeza de caballo

Pata de caballo
Cabeza y restos de la columna vertebral de un caballo

Podemos imaginarnos la escena: al atardecer, a la luz del crepúsculo, una manada de lobos rodea y acorrala a los herbívoros.












Durante la noche el banquete






































Cabeza de vaca


Y por el día, los cuervos rematan la faena

Cabeza de un cánido ¿perro, lobo, zorro?

Pezuña de caballo







Tras invocar nuestro "chamán" a los espíritus de los sacrificados y sacrificadores, salimos del lugar








¿A qué queda bonita la narración? La verdad es que ante la inmensidad y belleza del paisaje que lo circunda, es fácil de dejar libre la imaginación.





lunes, 28 de mayo de 2012

El Ribero Pintado

En Santa María de Redondo,al fundo del valle y en una ladera boscosa, sobre unos hermosos prados regados por el arroyo Lombatero, aparece repentinamente una increíble estratificación de sinclinales y anticlinales, con el aspecto de un mosaico de innumerables materiales, colores y texturas. Es "El Ribero Pintado".
Este capricho natural queda realzado por el robledal que la corona y la vegetación que la enmarca. Geológicamente, será tal vez una formación corriente, pero como espectáculo visual es incomparable. Además se sitúa de cara a un paisaje muy querido de los amantes de la Montaña Palentina: la Sierra de Peña Labra que cierra el panorama en un amplio arco desde el N. al E. El mejor momento del día para apreciar plenamente su colorido será con la luz de la mañana, dada su orientación.